El día 20 de julio, mi pueblo, Salmerón, me distinguió con el nombramiento de Cronista Oficial de la villa. Fue un acto cuidado hasta el extremo, con detalles y buen gusto: en la mesa, la Constitución, la vara símbolo del consistorio y mis dos libros dedicados a diversos aspectos de la historia del lugar. El alcalde, los concejales y una de las personas que había hecho oficial la petición, mi querido amigo Tomás Santana, intervinieron en el acto, este último, leyendo un mensaje enviado por el Cronista Provincial, don Antonio Herrera Casado. Echamos de menos a la persona de la que surgió la idea de que me otorgaran esta distinción, don Carlos Otero Raiz, con quien comparto pasión por la investigación sobre nuestra tierra. En el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Salmerón, acompañada por muchos vecinos, amigos y familiares, y arropada por las fotos de aquellos salmeronenses que nos precedieron y que llenan las paredes de la estancia, recogí este nombramiento que me anima a seguir trabajando para rescatar la historia del pueblo y para mantener sus tradiciones y patrimonio. Mi inmensa gratitud para todos.