El reloj del Ayuntamiento y el Conde de Romanones

El reloj del Ayuntamiento y el Conde de Romanones

Contaban los más mayores de Salmerón una historia acerca del reloj que lleva más de un siglo presidiendo la vida municipal desde la torre del Ayuntamiento. Se trata de un reloj de esfera, que se ilumina por la noche, y que da las horas con repetición. Bajo él aparece una inscripción que nos aclara que dicho ingenio mecánico fue un regalo de doña Petra Culebras y que se instaló en este lugar en 1914.

Reloj del Ayuntamiento
Placa con el nombre de doña Petra Culebras, que hizo la donación

Según el decir popular, la mencionada terrateniente tenía gran amistad con el Conde de Romanones, líder de la política caciquil en la provincia de Guadalajara durante los primeros lustros del siglo XX. Al parecer, Romanones había prometido regalar el reloj para la fachada del Ayuntamiento y después no cumplió su palabra. Ante esta situación, doña Petra, despechada, hizo ella misma la donación y puso como condición que se instalara la placa con la inscripción que la identificaba para la posteridad como autora del regalo. Pues bien, leyendas aparte, la prensa provincia se hizo eco de este episodio del reloj de la siguiente manera: En el número del doce de febrero de La Crónica de Guadalajara de ese año 1914, se nos narra la llegada a Salmerón de don Manuel Brocas (secretario de Romanones) en compañía de Luis Fernández Navarro (padre de doña Cristina) y su hijo Luis, con el fin aparente de limar las asperezas ente las distintas facciones del pueblo que se caracterizaban, desde hacía décadas, por sus posiciones encontradas y su enconamiento, con el consiguiente enrarecimiento de la vida local. Desde luego, esta visita hay que interpretarla a la luz de la compra de votos de la política de Romanones en este momento; sin embargo, veamos la versión edulcorada que de ello daba el mencionado periódico:

A continuación, y es lo relevante para nuestra historia, el periódico habla de “una respetable señora” que “entusiasmada ante el bello espectáculo que daban los congregados alzó un gran regalo consistente en un hermoso reloj para el servicio del vecindario”. Este regalo “alzado” públicamente, nos puede de dar idea del enfado de la despechada señora que quiso, con este gesto, hacer una exhibición de poder frente al olvidadizo Romanones. La circunstancia de que la ostentación del regalo del reloj se hiciera en presencia de pueblo y autoridades locales y externas hizo que en la memoria popular, con más o menos alteraciones, haya permanecido el recuerdo de aquel episodio.

Fechas después, La Gaceta confirmaba la instalación de reloj en la torre del Ayuntamiento, y nos trasmitía el nombre de su creador:


La Crónica de Guadalajara
Número 1.948 de 12 de febrero de 1914
La Crónica de Guadalajara
Número 1.956 de 9 de abril de 1914

La Unión, 31 de octubre de 1914

Este reloj es un importante elemento patrimonial del pueblo y de su plaza. Se trata de una pieza de esfera iluminada y con repetición de las horas, realizado por el artesano relojero guadalajareño Benito Sánchez Ortega.

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