Palabrario Salmeronense

Palabrario Salmeronense

En muchos lugares de esta web hemos hecho una concesión a la nostalgia recordando con tristeza cómo han ido desapareciendo nuestra arquitectura, nuestro paisaje, nuestras costumbres…, pero si hay algo que se ha perdido irremisiblemente ha sido la forma de hablar de nuestros mayores.

Conservamos imágenes de monumentos que ya no existen, de gentes trabajando el campo sin intervención de la mecánica; los antepasados nos han legado objetos artesanales que se han ido trasmitiendo con cariño a través de las generaciones, pero no conservamos grabaciones sonoras que nos permitan conservar el habla de nuestros abuelos. Por eso es tarea de suma importancia recopilar todas aquellas voces, expresiones y composiciones particulares de nuestra zona que podamos recordar antes de que se pierdan para siempre. A diferencia de lo que sucede en otras zonas de España, que han sido estudiadas desde el punto de vista dialectológico, la zona de la Hoya del Infantado no ha sido objeto de un estudio riguroso en este sentido. Bien es cierto que, según nos dice el, tristemente desaparecido investigador alcarreño, López de los Mozos, en su introducción a la edición de 1993 del opúsculo llamado Rebuznos Alcarreños, don Ramón Menéndez Pidal buscó con afán este libro a fin de estudiar el habla de la zona. Sin embargo, no me consta que se haya publicado nada al respecto.

Por lo que atañe al libro mencionado –hace unos años controvertido- puede ser, en efecto, una ayuda para la investigación al ser el único escrito que documenta el habla popular en la Hoya a comienzos del siglo XX.

En cualquier caso, todos los términos recogidos en nuestro palabrario han sido constatados de oído (algunos, ciertamente, hace años que no se escuchan), si bien somos conscientes que muchos de ellos no son exclusivos de nuestra zona, pero sí se emplean en ella de una manera especialmente significativa.. Allí donde se puede se indica en que otras zonas de España se documenta también el vocablo.

Podéis aportar los datos que conozcáis, enviándolos al correo pilar.hualde@gmail.com. Recordad que sólo hay que recopilar los términos específicos de nuestra zona o los empleos particulares de términos más generales.

LÉXICO SALMERONENSE

Mi agradecimiento a mi padre, Julio Hualde, y a mi vecina Gregoria del Pozo, que ya no están físicamente con nosotros, y que fueron buenos informantes de palabras tradicionales. A mis amigas Ana y Nely, que también me han proporcionado durante años información en este sentido. Y a todos los seguidores de mi grupo de Facebook Villa de Salmerón. Historia y patrimonio (https://www.facebook.com/groups/2789705498007709), que se han volcado en enviarme datos.

Ababol: Planta de la amapola.

Abarcas o Albarcas: Calzado de cuero crudo que cubre solo la planta de los pies, con reborde en torno, y se asegura con cuerdas o correas sobre el empeine y el tobillo. Se hace también de caucho (DRAE). En épocas difíciles era frecuente que se fabricaran reciclando el material de las ruedas de los automóviles.

Ablentar: Por aventar.

Acémila: Mula o macho de carga. Asno. De ahí pasa a emplearse como insulto. Del ár. hisp. azzámila, y este del ár. clás. zāmilah ‘bestia de carga’.

Alajú: Se trata de un dulce que se hacía en sartén y cuyos ingredientes eran la miel y las nueces, antaño muy abundantes en Salmerón. Esta pasta se dejaba solidificar entre obleas, de manera parecida al turrón. La voz «alajú» es la evolución de una forma hispanoárabe, que viene a su vez de una palabra árabe que significa «rellenar». La forma «alajú», habitual en Castilla, está documentada desde el siglo XVII, siempre designando a algún tipo de dulce. Por el contrario, en Andalucía, derivada del mismo origen hispanoárabe, aparece la forma «alfajor», también para designar a un tipo de dulce.

Albarda: Utensilio que se pone sobre el lomo de las caballerías para acomodar la carga.

Alcabuz: Cañería de barro.

Alcagüetes: Cacahuetes.

Alacena: Armario, generalmente empotrado, con puertas y estantes, donde se guardan diversos objetos. Del árabe hispano alẖazána.

Alcuza: Vasija de hojalata o de otros materiales, generalmente de forma cónica, en que se guarda el aceite para diversos usos. Del árabe hispano alkúza.

Amolar: Fastidiar. Ej: “Anda y que se amuele” o “No te amuela”.

Amugues: Palos de madera que se ponían en las albardas de los animales para acarrear la mies.

Ande: A dónde. Ej. “¿Ande vas? Ande la María.”

Andorga: Coloquialmente vientre o tripa.

Antojeras: Objeto que se ponía en las cabezadas de las caballerías para que éstas ni vieran por los lados. Por similitud, gafas.

Arrañal: Tierra de las afueras del pueblo.

Arroñao: Pequeño, que no medra: Ej: “No sobes tanto al chico que lo vas a arroñar.”

Arrumaco: Persona que lleva un adorno o atavío estrafalario. Ej.: «vas hecho un arrumaco».

Asiento: Especie de silla baja que solía estar en las cocinas.

Atrojes: Departamentos hechos en yeso para acumular los distintos cereales por separado.

Aviar. Arreglar. También se usaba por echar fuera de un lugar: “¡Avía a esos muñacos que dan mucha guerra!”

Avío. Comida que se llevaba al campo o al trabajo.

Bacín, bacinilla: orinal.

Balde: Recipiente de forma y tamaño parecidos a los del cubo o barreño con asas. Originariamente eran metálicos, tal vez de zinc.

Banasta: Canasta grande.

Bardal: Cubierta de sarmientos, ramaje, paja o broza, asegurada con piedras o tierra sobre las tapias de los corrales para protegerlas contra la lluvia.

Besana: Echar el primer surco de la labranza. Ej: “Voy a poner besana ahí bajo y me subo enseguida”.

Botillo: Especie de bota pequeña para beber.

Buche: Cría de burro. Según el diccionario de Coromines-Pascual, procede de la voz buch, con la que se llama a este animal. También es parte del aparato digestivo y coloquialmente se podía referir al estómago humano.

Burraca: Urraca.

Calzaizo: Conducción de agua. La voz se documenta también al menos en Soria y Albacete.

Camposanto: Precioso término compuesto que se utilizaba en Salmerón (y en otras muchas zonas rurales de España) para designar el lugar de enterramiento en sagrado, y que ha sido desbancada actualmente por cementerio.

Canto: Piedra.

Carcañal: deformación por calcañar. «parte posterior de la planta del pie, talón».

Carrasca: Encina.

Cascar: Hablar mucho.

Cascarro: Persona que habla sin parar.

Cenacho: En Salmerón y aledaños se usa metafóricamente como insulto, normalmente atribuido a la mujer sucia y de costumbres poco ordenadas. Literalmente cenacho designa a un cesto de esparto para transportar pequeñas mercancías.

Censo: Metafóricamente, mujer poco organizada y sin costumbres caseras. El término significa originariamente ‘impuesto o carga económica’.

Ciazo: Cedazo. Criba pequeña, muy tupida, para separar la harina del salvado.

Cina: Montón de paja que se depositaba en las eras.

Cipotero: Mojonera de separación entre fincas.

Coger: por caber. Ej. «En esa tinaja no cogen treinta arrobas de vino».

Colichinche: Ortiga.

Colleja: Designa a la planta conocida en botánica como «silene inflata» y viene del latín vulgar de Hispania, caulicula, que significaría «col pequeña». La forma correspondiente en hispanoárabe se documenta ya en el siglo XII.

Contra: Cuanto. Ej.: “Contra más se lo digo menos caso me hace.”

Corbetera: Tapadera del puchero. Es deformación por ‘cobetera’. Tenemos en Salmerón una piedra, posiblemente un dolmen, que por su forma recibe el nombre de “Peña Corbetera”.

Cordelero /-a: Persona a la que le gusta la discusión. Originariamente sería la persona cuyo oficio era vender cordeles y otras obras de cáñamo.

Corito: Tacaño. Según una de las entradas del DRAE el término designa a la persona encogida y pusilánime. Parece que en nuestra comarca pasó a designar a la persona poco espléndida con el dinero.

Corte: Porqueriza, lugar donde vive el cerdo.

Cuartos: Dinero.

Cuévano: Cesto grande y hondo, poco más ancho de arriba que de abajo, tejido de mimbres, usado entre otras cosas para llevar la uva en el tiempo de la vendimia.

Chico / -a: Manera de referirse a los hijos. Ej: «Hasta las dos no sube mi chico del trabajo»

Desapartarse: Separarse un matrimonio.

Devorado: Destrozado, destruido. Ya en el siglo XVIII, en el Catastro del Marqués de la Ensenada, se nos dice que en Salmerón hay “384 casas habitadas, más las Casas Capitulares y Pósito, Mesón, Carnicería, dos hornos, Hospital, Escuela y Juntas para las Posturas de Rentas, otra para las fiestas de toros, otra para matadero, otra para la recolección de los diezmos y «tres devoradas»”.

Dula: Conjunto de cabezas de ganado, creo que en Salmerón especialmente de cabras, de distintos dueños que el pastor llevaba cada día a pastar. Es palabra procedente del árabe hispano dúla «turno».

Duz: Dulce.

Empedrado: Guiso de judías pintas con arroz y oreja de cerdo.

Escabuche: Azada pequeña que se usa principalmente para escardar.

Escarnecer: Hacer burla. Así se recoje en el DRAE, sin embargo, hoy en día su empleo, aparte de escaso, aparece en sobre todo en la lengua escrita y denotando una burla grave. El uso del término en nuestra comarca era más coloquial. Ejemplo: Una abuela regaña a su nieto diciendo “no me escarnezcas”, por “no me hagas burla”.

Escriño: Según el DRAE es una cesta o canasta fabricada de paja, cosida con mimbres o cáñamo, que se usa para recoger el salvado y las granzas de los granos, o para dar de comer a los bueyes cuando van de camino. Del lat. scrinium.

Escuerzo: Sapo. Figuradamente, persona muy delgada y poco lucida.

Esmotar: Quitar las pajas y las piedras a las legumbres o a la lana.

Espindarga: Se dice de una mujer alta delgada y algo desgarbada. Originalmente es el nombre de un arma de fuego parecida a un fusil largo y delgado, usado entre los siglos XV y XIX. Eso da una idea de la antigüedad del empleo de este uso figurado.

Faldiquera: Bolsa de tela que las mujeres llevaban atada a un lado de la cintura.

Fuñigar: por fumigar.

Jena: Voz con la que las mujeres espantaban a las gallinas que no eran de su propiedad y que venían al comedero de las suyas. Es deformación por ajena.

Jorguín: Mancha de humo generalmente en la cara.

Glueca o Llueca: Por clueca. Dícese de la gallina que está empollando. Evidencia el hecho fonético, antaño frecuente en la Hoya, de la sonorización de la velar /k/ ante /l/, clueca > glueca. El paso siguiente, la palatalización en /ll/, también se documenta en la forma llueca.

Goler: Oler. La g- inicial es analógica a partir de formas como la 3ª persona huele, reinterpretada como [güele], y a partir de ahí se recrea el infinitivo goler. Ej: “¡Qué bien goléis las chicas de Salmerón!”

Guarín: El más pequeño de una camada de cerdos. Cariñosamente, el hijo pequeño de una familia.

Güeñas: De un originario bofeña -elaborada con bofes-, deriva güeña. En otras zonas de España aparece como boheña (Galicia), bofeña (Toledo, Mérida). Nuestra forma de Guadalajara, güeña, la compartimos con Cuenca, Ciudad Real, Jaén, Huesca, Zaragoza, Teruel y Albacete.

Hacenderas: Tareas que tienen que hacer las mujeres en el ámbito doméstico. En principio era una prestación de trabajos comunitarios a favor del municipio, que data de época medieval y con ese sentido se conserva aún en algunas localidades alcarreñas. En otras regiones se las conocía como “facenderas” o por apócope de la inicial “cenderas”. Viene, naturalmente, del latín facio “hacer”.

Hogar: Parte delantera de la cocina, donde se pone el fuego. Viene del b. lat. hisp. focaris, y este der. del lat. focus ‘hoguera’, ‘hogar’.

Junto: No como adjetivo, sino como adverbio, equivalente a nuestra expresión “al lado”. Ejemplo “Está allí junto”. Un dato representativo lo constituye un verso de un antiguo poema a la Virgen del Puerto: “Junto tienes un convento, que fue de San Agustín”.

Jumento: Borrico, asno. Del lat. Iumentum. Se usaba como insulto.

Largo: Lejos. Otro adjetivo que funciona como adverbio. Ejemplo: “Las Albarizas están muy largo”. Se documenta este uso en otras zonas de España, como Extremadura.

Losa: Tabla de madera para lavar. Entiendo que es porque en principio se frotaba la ropa en las “losas” o piedras de la orilla del río. Esta acepción no la recoge el DRAE.

Majano: Montón de cantos sueltos que se forma en las tierras de labor o en las encrucijadas y división de términos.

Majuelo: Terreno plantado de viñas. Deriva de lat. malleolus, martillo (por una clase injerto con esta forma)

Malvalacia: Se dice de la mujer muy delgada y lánguida.

Manea: Soga que servía para trabar o maniatar las caballerías.

Marmote: Esquejes o chupones del olivo.

Marrueco: Bebida a base de aguardiente y mosto.

Matambre: Especie de masa hecha con miga de pan y huevo que se freía y se podía añadir al potaje.

Mediao: Por mediano. Dícese del hermano que va entre le mayor y el menor.

Menearse: Moverse con soltura una persona. Ej. “No valgo menearme”

Miaja: Se suele utilizar como adverbio equivalente a poco. Ej. “Los estudios de mi hijo son una miaja más difíciles que los tuyos”. Es deformación por migaja.

Micho: Voz que se emplea para espantar a los gatos.

Moquero: Pañuelo de nariz. En la época de los clines (Kleenex), en la que ya hasta pañuelo está cayendo en desuso (real y léxico), no deja de ser bonito recordar el término tan expresivo que utilizaban nuestros abuelos.

Mozón /-a: Voz cariñosa con la que se llama a los niños. Ej: “Vez aquí, mozón”.

Muladar: Estercolero, lugar donde se depositan las basuras. Se supone deformación por muradal.

Muñaco: Despectivamente niño (equivalente al habitual crío). Evidentemente, debe de ser una deformación de muñeco. No lo recogen los diccionarios y, que yo sepa, no se documenta fuera de la zona de la Hoya del Infantado.

Necio: Pesado. El adjetivo necio (originariamente de nescius ‘ignorante, que no sabe’), en nuestra comarca designa a una persona pesada o insistente. Hace años escuché a un niño dirigirle a su hermana la siguiente retahíla de sinónimos: “pesá, cansá, aburría, necia”.

Nube: Con el significado de “tormenta”. Ej. “Esta tarde va a haber nube”.

Nulo: Como adjetivo “nublado”, posiblemente, a partir de nublo: “Está nulo”.

Ollero: Pieza de hierro que se pone en el hogar para apoyar las ollas.

Palancana: Palangana.

Palpartas: Tortas de masa de pan frita propias de la zona.

Paridera: Construcción que se hace en el campo para encerrar a las ovejas.

Partir: Repartirse una herencia. Ej: “Esos piazos aún los tenemos sin partir”.

Parva: Mies amontonada en la era antes de separar el grano de la paja.

Perillán: Equivalente a bribón, granuja. Se aplica como insulto afectuoso a una persona lista y traviesa, particularmente, a los niños. Procede del antropónimo Pero Illán, es decir, Pedro Julián.

Piales: Calcetines altos de lana para el invierno que las abuelas tejían durante el verano.

Piazo: Finca o parte de tierra de una misma propiedad. Es deformación de pedazo.

Pino / -a: Adjetivo. Empinado. Como ejemplo tenemos que a la calle que une La Llana con la Plaza, aunque se llama Calle de Oriente Alta, todo el mundo la conoce por Calle Pina o Cuesta Pina.

Presentarse: Aparecerse un muerto.

Presente: Obsequio que se hace a familiares al matar el cerdo. Consta de un trozo de tocino, otro de hígado, alguna tajada y alguna morcilla.

Puches: Cabe señalar que el término «puches» es palabra muy antigua, que remonta al latín pultes «papilla de harina», alimento habitual entre los romanos antes de que se generalizase la cocción del pan. En castellano el término «puches» se documenta desde el siglo XVI, si bien no en todas partes de Castilla designa a una comida dulce, sino, en general, a un puré que tiene por ingrediente básico la harina.

Querido / -a: Voz con la que se llama cariñosamente a los niños pequeños. Ej. «Ven acá, querido».

Ramal: Soga que se ata al pescuezo o cabeza de las caballerías.

Risión: Objeto de burla. Dícese de una persona que por su aspecto va haciendo el ridículo. Ej. “Va hecho una risión.”

Rocho: Parcela en terreno de monte, habitualmente de mala calidad. Debe de estar relacionado con roca.

Rodillo: Paño de cocina y también el paño que se ponían las mujeres en forma de rodete en la cabeza para llevar el cántaro.

Socarrar: Quemarse, achicharrase. En la Alcarria es término habitual y se documenta con un significado más intenso que el aceptado por el DRAE de ‘quemar o tostar ligera y superficialmente algo’.

Somarro: Se emplea metafóricamente como insulto. Literalmente se refiere a un trozo de carne salada asada a las brasas (de semiurere “medio quemar”). Ej: “Vaya el tío somarro con lo que sale”.

Tablar: Conjunto de tablas de huerta. De ahí pasa a designar al propio “huerto”.

Tajadas: Trozos de carne cortados, por extensión carne. Ej: “No querrás comer tajás tos los días”.

Támara: Leña fina y delgada. Del lat. *termen, -ĭnis, por termes, -ĭtis, ramo.

Tentar: Tocar.

Tenadillo: Es diminutivo por tinado o tinao.

Tenaja, tenajilla:Por tinaja, tinajilla.

Tinao: Patio cubierto. Cobertizo para el ganado. Del lat. *tignātus, de tignum ‘madero’.

Tinazgo: Mancha de humo generalmente en la cara.

Tonto: Este adjetivo tan común se utiliza en Salmerón y su comarca como sustantivo, aplicado tanto a hombres como a mujeres: “Menudo tonto está hecha”.

Trébedes: Aro o triángulo de hierro con tres pies, que sirve para poner al fuego sartenes, peroles, etc. Del latín tripes –edis “que tiene tres pies”.

Trojes: Lugar cerrado donde se almacena el grano.

Tuso: Voz que se emplea para espantar a los perros.

Valer: “ser capaz de” o “tener fuerza para”. Ej. “no valgo subir las escaleras”. Perece un arcaísmo que conserva el significado originario del latín valeo.

Vastagos: Así, sin tilde, como palabra llana, designa en la comarca los brotes tiernos que nacen de un árbol o de una planta en general.

Vocear: Hablar alto, gritar.

Zascandil: Persona muy inquieta, persona que va de un lado a otro.

Zocato: zurdo.

Zopetero: Porción de tierra y declive.

Zurrilarga: Mujer muy alta y desgarbada.

Hacemos algunas observaciones más técnicas sobre el uso de sufijos, sobre algunas particularidades de la conjugación y reseñamos algunas expresiones características de nuestra localidad y, seguramente, de toda la comarca de la Hoya del Infantado. Por cierto, todos los ejemplos son reales, escuchados por mí en algún momento.

UTILIZACIÓN DE SUFIJOS BIEN CONOCIDOS CON SENTIDO DISTINTO DEL HABITUAL.

Sufijo –on: En principio es aumentativo, pero en nuestra zona tiene un valor afectivo al combinarlo con el lexema moz- (de mozo). Así mozón es el término cariñoso con el que las personas mayores llamaban a los niños pequeños: ej. “Ven aquí, mozón”. Asimismo, era muy frecuentemente combinar este sufijo con el adjetivo hermoso con un matiz admirativo: hermosón, ej. “he comprado unos tomates tan hermosones”. Fuera de estos dos términos no tiene un uso reseñable.

Sufijo –aco: Este sí se emplea con valor aumentativo, como equivalente a –azo de otros lugares. Ej.: “salió un toraco de mil kilos”, “me salió un perraco ladrando”.

Sufijo –ajo: Despectivo. Ej: “Ese vestido es un trapajo”

Sufijo –ote: Despectivo. Ej: “Es un casote bien malo”.

Sufijo –ejo: Diminutivo. Es el sufijo de diminutivo más típicamente empleado en nuestra tierra. Ej.: “Mi nieto es rubiejo”.

Sufijo -ico: Diminutivo. Ignoro si en otros tiempos estuvo más extendido. Actualmente sólo se utiliza, lexicalizado, en el término bonico /-a. Ej: “¿ande vas, bonico?”

ALGUNAS PARTICULARIDADES DE LA CONJUGACIÓN VERBAL

En la primera persona del plural del pretérito indefinido de la primera conjugación aparece -e en lugar de -a ante el morfema: “la semana pasada limpiemos el corral” por “la semana pasada limpiamos el corral”

En la primera persona del singular del verbo “conocer” hay una sonorización que hace que la c pase a g, es decir conozgo por conozco: “Tanto ha cambiao el pueblo que no conozgo na”.

LOCUCIONES CARACTERÍSTICAS

Ande: por ¿a dónde?

Ahí riba / Ahí bajo: Por “ahí arriba” y “ahí abajo”.

Este hombre: Expresión frecuente con las que las mujeres denominan al esposo, en lugar de “mi marido”. Ej: “Este hombre aún no ha subido del huerto”.

Uso de mi chico/ mi chica: por “mi hijo/mi hija”.

Uso de “en ca de” por “en casa de”: en ca la agüela, por “en casa de la abuela”

Uso del adverbio relativo de dirección, en lugar del adverbio relativo locativo: adonde por donde: Este uso está bien documentado incluso en la letra de nuestros Mayos: “Tus pechos, Señora, son de cristal fino, adonde mamó el Verbo Divino”

Este artículo fue publicado por primera vez en 2007, en mi extinta web

http://web.archive.org/web/20081021080400/http://www.villadesalmeron.com/index.php?option=com_content&task=blogcategory&id=23&Itemid=39 

Poco después fue reproducido, citándome adecuadamente, como diccionario alcarreño por J.M.Alfaro Roca en http://diccionarioalcarria.blogspot.com/2008/02/introduccin-al-palabrario-alcarreo.html. En su momento, agradecí al autor sus elogios, pero, honradamente advertí que el léxico y los usos recogidos en mi artículo están únicamente constatados para Salmerón y, como mucho, para la zona de Alcarria guadalajareña y conquense inserta dentro de nuestra Hoya del Infantado y de que, en ese sentido, se trata de un trabajo limitado y local. También avisé de que, para extrapolarlo al resto de la Alcarria, habría que realizar un detenido (y muy necesario) trabajo de campo y confeccionar mapas de isoglosas ilustrativos del habla de la provincia. Actualmente, y pese a que ya no me cita, esta persona ha recogido mi recopilación de datos y lo ha mezclado con otros de otras zonas de la Alcarria. Ni siquiera se ha molestado en cambiar los ejemplos de frases que aquí aporto y que todas son reales y escuchadas por mi en algún momento de mi vida. Es una pena que quienes trabajamos desinteresadamente para que no muera la historia y el patrimonio de nuestro pueblo y publicamos nuestro trabajo en la red podamos ser víctimas de apropiaciones como esta.

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