Dos casos milagrosos de la Virgen del Tremedal en Salmerón en el siglo XVIII

Dos casos milagrosos de la Virgen del Tremedal en Salmerón en el siglo XVIII

En el libro Historia panegyrica de la aparicion y milagros de Maria Santissima del Tremedal, venerada en un monte del lugar de Orihuela, en el Obispado de Albarracín, escrito por Francisco Lorente, Canónigo Magistral de la Catedral de Albarracín, y cuya segunda edición fue publicada en Zaragoza en 1766, se mencionan dos casos milagrosos obrados por la Virgen de la advocación mencionada y que tienen la curiosidad de haber sucedido en nuestro pueblo, Salmerón.

El primer caso se refiere a una mujer de la localidad, Ana María Guijarro, casada con Sebastián Villarreal (obsérvese que ambos apellidos se conservan aún en el pueblo), quien el día 8 de abril de 1743 se puso de parto y el proceso se alargó durante varios días, temiéndose que el niño hubiera muerto. Cuenta el canónigo Lorente que una vecina, que era natural del pueblo turolense de Orihuela del Tremedal de donde la Virgen del Tremedal era patrona, dio a la parturienta una estampa y un manto de dicha imagen y que, desde ese momento, la madre volvió a sentir a la criatura en su vientre y la media hora alumbraba felizmente a un niño. Reproducimos la imagen del texto a continuación.

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El segundo de los casos acaecidos en Salmerón y atribuidos a la mediación de la Virgen del Tremedal le sucedió al entonces Preceptor de Gramática de Salmerón, Félix Martínez, un maestro natural de Pelayo y que ejercía en nuestra villa. Este hombre, en Febrero del mismo año 1743, consiguió una estampa de la mencionada Virgen y creyó que, en lugar de colocarla en su dormitorio o en el aposento de su vivienda donde daba clase de latín a los muchachos del pueblo, estaría más segura guardada en el arca de los libros. EL caso fue que nada más guardar la estampa le fue imposible cerrar el arca por más esfuerzos que hizo, y que sólo logró cerrarla una vez sacada de ella la imagen. Entendió el hombre que la Virgen quería ser venerada en un lugar y visible y la colocó en un sitio preferente de su aula y la hizo protectora de su escuela. La reproducción de la imagen del texto es la siguiente.

Nos dice, asimismo, el canónigo que la devoción a esta imagen estuvo extendida por la ciudad de Cuenca y su diócesis y menciona, edemás de Salmerón, algunos pueblos vecinos como Priego, Albendea, Valdeolivas y Salmeroncillo. Sin embargo, no menciona la villa de Alcocer, donde la advocación ha persistido hasta hoy día en que se sigue venerando la imagen de la Virgen del Tremedal en su magnífico tmplo parroquial y donde, hace pocas fechas se organizó un encuentro entre imágenes con la advocación de Virgen del Tremedal procedentes de distintos pueblos de toda la geografía hispana.

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