A partir de los datos del Catastro de La Ensenada, de 1752, intentamos reconstruir la división del Salmerón de la época por barrios y por cuadrillas y proponemos el posible trazado de la muralla con la localización de sus seis puertas.
Según nos informa el Catastro de La Ensenada, el caserío de Salmerón era en el siglo XVIII bastante amplio: constaba de 384 casas habitadas, a las que se unían las Casas Capitulares (en la Plaza Mayor), el Pósito (en la calle Mayor), el Mesón (en la Cuesta Pina), la carnicería, dos hornos (uno en la Llana y otro en la calle del Horno), un Hospital (en la calle Mayor), una escuela (en la Plaza), una casa de juntas para las Posturas de Rentas, una casa para fiestas de toros (toriles), un matadero y una casa para la recolección de los diezmos (en la calle de la Tercia), al margen de las casas destruidas (“devoradas”, dice el texto) o no habitadas.
Sin embargo, aunque pueda parecer extraño, tanto los nombres de las calles como la configuración urbanística del pueblo ha variado notablemente en los tres últimos siglos. Efectivamente, parece que la denominación de actual de las calles no puede datarse más allá de comienzos del siglo XIX o, a lo sumo, finales del XVIII.
En primer lugar, en este momento, Salmerón era aún una villa amurallada. Existen testimonios en el susodicho Catastro de la Ensenada de la existencia de la muralla en ese momento, como cuando se nos dice que el vecino Francisco Ángel posee un solar “que linda a saliente con la muralla de la villa”.
Por otra parte, la distribución administrativa del pueblo en este momento se realiza, a la manera medieval, en “cuadrillas”, concepto parecido al de nuestras “manzanas” de viviendas. El pueblo se dividía en estos cuadrantes cada uno de los cuales recibía el nombre de la puerta de la muralla o de la parte de ella que más cercana estuviera. Tenemos documentados los nombres de las cuadrillas de Puerta Medina, Puerta de Cuenca, Puerta de San Sebastián, Puerta de Pareja, Puerta de Huete y Puerta de Molina, correspondientes a las seis puertas del recinto amurallado, a las que se une la cuadrilla del Cortijo.
La cuadrilla de Puerta Medina constituía el núcleo central y tal vez más antiguo de la ciudad. Esta cuadrilla, cuyo nombre hace sin duda referencia a un asentamiento árabe previo a la Reconquista cristiana, abarcaba el lado derecho de la Plaza y primera mitad de la calle Mayor hasta la salida del pueblo por San Juan. A favor de su antigüedad, a parte de la evidencia del topónimo, habla el hecho de que en su subsuelo se conserve aún un aljibe cuyo origen árabe está por confirmar. En esta manzana se situaban parte de las casas nobiliarias más señeras de Salmerón, entre las que estaban la Casa de la Villa (nombre que se daba al Ayuntamiento y que se situaba en el edificio del Pósito, junto a la cárcel), la Escuela de la Villa (en la Plaza, muy posiblemente el edificio del actual Ayuntamiento), la casa de la Capellanía de don Lucas Tripiana (dos casas antes del Pósito, en la calle Real) o el Hospital, dependiente del Cabildo de San Nicolás de Nobles y Coronados de la Villa (frente al Pósito). Al norte de la manzana se situaban la casa y corral de Juan Viejo, que da nombre a un barrio actual y que servía de límite entre la cuadrilla de Puerta Medina y la cuadrilla del Cortijo. Por el oeste, la cuadrilla limitaba con “la muralla”, otras veces llamada “la zerca del lugar”. Asimismo, debía de haber casas fuera del recinto amurallado, pues algunos vecinos declaran que su vivienda linda con el “exido”, “egido” (del latín exitus “salida”) u “orilla del lugar”, zona del campo comunal lindante con la población.
La cuadrilla de Puerta de Cuenca comprendía el lado izquierdo de la Plaza y calle de la Luna y sus aledaños, más o menos hasta el lado sur de la Llana. Por el sur lindaba con “tierra del Cabildo de la Veracruz”, y también con “el camino que va al molino del aceite” y con el “Camino Real”(la vía de comunicación previa a la construcción de la carretera). Era, junto con Puerta Medina, la zona con mayor número de viviendas y donde se concentraban las principales casonas nobiliarias, distribuidas por las actuales calle de la Luna y Cuesta Pina. Podemos suponer que la puerta de la muralla estaba cerca de la Llana, entrando por la calle Mediodía a juzgar por el texto en que un vecino declara tener una “bodega fuera de la población, donde dicen el Altillo Mellado” (hasta hace pocos años se llamaba el “Altillo” al terreno elevado y pedregoso de detrás del Molino) y que a treinta pasos “linda con la entrada del lugar por la Puerta de Cuenca”.
La cuadrilla de Puerta de San Sebastián se situaba en la zona noreste del pueblo, desde la Llana hasta la salida de la población. El nombre de la puerta viene, probablemente, porque por ella se salía al camino que llevaba a la ermita de este santo, sita en el paraje que aún lleva su nombre, y porque en esta cuadrilla se encontraba la calle denominada a veces como calle de San Sebastián – quizá la actual calle de Oriente Baja- en la que se encontraba la Casa del Vínculo y unos grandes corrales propiedad del Cabildo de San Sebastián. También en la cuadrilla estaba el llamado camino de las Escabas -actual calle de este nombre- que daba salida al campo y camino de la ermita. El distrito limitaba al este con la muralla y, se entiende que fuera de ella, con “el egido” u “orilla del lugar” y con “el camino Real”, también llamado en uno de los textos “camino que va al convento”, precedente de la actual carretera.
La cuadrilla de Puerta de Pareja comprendía la zona sur y suroeste del pueblo, a partir de la zona de la iglesia. En ella se hallaba el cementerio, que en ese momento se localiza en el actual jardín de la iglesia. Además, detrás del templo, frente a su puerta oeste, (en la actual calle de la Tercia), se encontraban, en primer lugar, la casa de la Capellanía fundada por don Antonio Fernández Ramila y, junto a ella, el edificio de la Tercia, lugar donde se recogían los impuestos. Dentro de esta cuadrilla se situaba una plazuela (en la convergencia de la actual calle del Calvario) en la que se alzaba una cruz que se ha conservado (y así se atestigua en un plano de la época) hasta comienzos del siglo XX. En el oeste del distrito se hallaban unos muladares “a la orilla del lugar” y al sur la puerta de entrada.
La cuadrilla de Puerta de Huete comprendía la zona más al sur y menos poblada de la localidad. Se trataba de poco más que una calle principal, denominada como calle de Huete (actual calle del Perchel) y los terrenos aledaños. Entre estos destacan unos pertenecientes al Cabildo de la Vera Cruz (posiblemente la actual calle Afueras de la Vega, cuyo tramo final se conocía hasta mitad del siglo XX como “La Cruz”) A esta cuadrilla pertenecía el molino del aceite y junto a él unas cuevas “donde llaman el Calvario”.
La cuadrilla de Puerta Molina era asimismo pequeña y poco poblada y se situaba al norte de la población. Por su parte oriental lindaba con la muralla de la villa y al norte con el “egido realengo”, es decir, el terreno lindero con el pueblo que era de propiedad real y no del ducado del Infantado, como el resto de Salmerón.
Además existía la llamada cuadrilla del Cortijo, cuyo nombre, aún conservado en nuestros días, evoca también la existencia del recinto amurallado. Efectivamente, el término «cortijo», vendría, en última instancia, del latín cohors -tis «corte, corraliza, corral cercado», en su forma de diminutivo «corralito, cercadito». En algunas partes de Andalucía y Extremadura se utiliza para referirse a las casas de labor situadas fuera del núcleo urbano. En Salmerón, evidentemente, da nombre a una zona urbana, por lo que suponemos que el término sea un arcaísmo y se refiera a una zona cercada, bien con finalidad ganadera, bien con finalidad defensiva, por su cercanía a la muralla, a favor de lo cual habla el hecho de que muy cerca se sitúe la calle de la Torrecilla, probablemente recordando la existencia en aquel lugar de una torre defensiva.
Además, dentro de cada cuadrilla aparecen mencionados barrios con nombre propio, como el “de la Iglesia”, “del Mentidero”, de la “Yruela”, “Hiruela” o “Heruela” (a partir del diminutivo de “era”) y “del Portillo”. El nombre del barrio del Mentidero haría referencia- al igual que en otras poblaciones- al lugar donde se reunían a comentar las noticias los habitantes del pueblo y se correspondería con el comienzo de la calle Mayor y esquina de la actual Cuesta Pina, junto a la casa del mesón, donde pararían los forasteros portadores de información. El barrio de la Yruela o Heruela se situaba en la zona sur de la población y actualmente se conserva el nombre de calle Iruelas. El barrio del Portillo se correspondería con una entrada pequeña de la muralla. No hemos podido localizar la situación de dicha entrada con seguridad, ya que al parecer nadie conserva memoria del topónimo, pero, por las indicaciones del Catastro de la Ensenada, el barrio podía localizarse por la actual calle Peñuelas.
Respecto a nombres de calles, como tal, sólo aparecen la de la Yedra, cuya denominación aún se conserva actualmente y que comunica la calle de la Luna con la Plaza , la del Cierzo, que se correspondería con una de las calles que comunican la calle Mayor con San Juan, la del Mesón, que se trataría de la actual Cuesta Pina, la de los Boteros, tal vez la calle Peñuelas, y la calle Nueva o calle Nueva de las Eras, también difícil de localizar. Mención aparte requiere la vía que en los documentos del XVIII recibe el nombre de calle Real. En principio, todo hace suponer que se refiera a la actual calle Mayor, que une la Plaza principal con la salida del pueblo por el lado norte. Sin embargo, los textos parecen referirse a dos vías principales, denominadas ambas como “calle Real”. Los textos se refieren explícitamente a esta duplicidad en diversas ocasiones, como cuando dicen que el vecino Francisco Écija posee una casa en la cuadrilla de Puerta de Cuenca que “linda al saliente, al mediodía y al Norte con las Calles Reales”, correspondientes a las actuales calle Mayor y calles de la Luna y de la Estrella, las dos arterias principales del pueblo. En cuanto a nombres de plazas aparecen documentadas la Plazuela del Pósito, la Plaza Pública, la Plaza Real y la Plazuela. Posiblemente la Plaza Real y la Plaza Pública son dos denominaciones distintas para designar al espacio de nuestra actual Plaza Mayor, o, tal vez, Plaza Pública haga referencia a la actual Plaza de la Reina María Cristina que, durante el siglo XIX se denominó como Plaza de la Alameda. Con la denominación de Plazuela del Pósito se menciona a la luego conocida como Plazuela de la Fuente Grande y hoy conocida popularmente como La Mazmorra. El espacio denominado simplemente como La Plazuela, se corresponde, sin ningún género de dudas, con la actual Plaza de la Llana. Para este último caso tenemos, entre otros varios, el testimonio de la casa de un vecino que “linda al mediodía con la calle Real que sube de la Plazuela, al poniente con la calle del Pósito y al norte con casas de José Culebras”. Indudablemente, se refiere al trozo de la actual calle de la Estrella (entonces una de las calles Reales) a la altura que converge con la plaza de la Mazmorra.
Finalmente, se hace mención en el Catastro de La Ensenada del lugar llamado La Fortaleza, el solar del antiguo castillo que otrora erigiera don Juan Manuel. En las Relaciones de Tomás López, ya mencionadas, el párroco Moreno Colmenar aseguraba, en 1787, que a comienzos de ese mismo siglo se había terminado de arruinar dicho castillo. Es fácil suponer que la Guerra de Sucesión, en la que tanto padeció nuestra tierra, se viera afectada la fortaleza de los Duques y ya en el momento en que se redacta el catastro de la Ensenada, 1752, sólo queda de ella el terreno y el topónimo: “Tengo una casa en la población de esta villa donde llaman la Fortaleza […] y la caballeriza alinda a saliente y mediodía con la calle y a poniente con tierra de la Señora Duquesa del Infantado”