Sobre deportes en el Salmerón del siglo XX (I)

Sobre deportes en el Salmerón del siglo XX (I)

Si hay un deporte que se practicara tradicionalmente en Salmerón, como en el resto de los pueblos de Guadalajara, ese era el frontón o juego de pelota. El origen de este juego está en el País Vasco. Las noticias más antiguas de este deporte se dan en el País Vasco Francés en el siglo XII. A partir de este siglo, con la repoblación de la actual Castilla-León y la zona de Guadalajara y Cuenca por parte de colonos vasco-navarros, una vez que se fue reconquistando este territorio a los musulmanes, los nuevos habitantes trajeron de su tierra esta costumbre, al igual que plantar olmos ante los Ayuntamientos como símbolo del concejo.

No podemos saber en qué época tuvo Salmerón su primer frontón (no hay mención en el Catastro de la Ensenada, del siglo XVIII) y es de suponer que, en principio, se jugara en cualquier pared despejada. Se tiene noticia de que a finales del XIX o muy a principios del XX se construyó un frontón o trinquete bajo la barbacana de la iglesia, desde la que se podían seguir los partidos. Tras la Guerra Civil, quizá por el mal estado de la pared, que creo que era de yeso, se derribó el trinquete y se construyó uno nuevo, para lo que se trajeron incluso sillares del ya arruinado convento de la Virgen del Puerto. Este ha pervivido hasta comienzos de los años 90, cuando, con la remodelación de La Pista, fue derribado, puesto que se había construido otro mayor fuera del pueblo, al comienzo del Camino de Valdeolivas.

Anoche encontré, por casualidad, la que creo que es la mención más antigua del juego de pelota en Salmerón, de junio de 1901. Es una noticia de la prensa de la época con la crónica de una partida, que, al parecer, duró un par de horas y congregó a gran cantidad de público y en la que, incluso, se hicieron apuestas. Los apellidos de los jugadores son propios de nuestra localidad y a algunos podemos identificarlos, como a Manuel Paramio (con toda probabilidad el padre de Ramón, el de la tienda, que recordarán los más mayores), y a Teodoro Pascual, cuya casa, en la Cuesta Pina, está siendo actualmente restaurada por una de sus descendientes. Incluso hubo un técnico apuntando los tantos. Una escena que nos lleva a un Salmerón con una gran vida social y lleno de habitantes.

Dejo el recorte de la noticia, del periódico La Región, de junio de 1901, una foto de la banda del pueblo hecha a principios del siglo XX en el frontón primitivo, otra de la pared del frontón desde La Pista en los años 60 y una de la última etapa de la construcción, ya pintada de verde

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