En varias ocasiones he manifestado mi afición por el coleccionismo de libros antiguos sobre Guadalajara y La Alcarria, en general. Pero también, cuando sale la ocasión, procuro comprar todo tipo de papeles antiguos que hagan referencia a Salmerón y a la Hoya del Infantado.
En este caso, he adquirido el sobre de una carta que fue entregada en Salmerón en el año 1858 o 1859. Su destinatario era don Tomás Novar y, como ha sucedido hasta los años 80 del siglo pasado, no hacía falta consignar la dirección de la vivienda, puesto que el repartidor del correo conocía bien la localización de cada individuo del pueblo. Sí se dice que el correo va vía Escamilla en esta época. Y se explicita claramente la comarca, Alcarria, en lugar de la provincia de Guadalajara. A finales de ese mismo siglo, sin embargo, el diccionario de Madoz nos dirá que la correspondencia llega vía Valdeolivas. Para los interesados en el tema filatélico en la zona recomiendo un interesantísimo grupo de Facebook de reciente creación llamado Historia postal de la provincia de Guadalajara y del que espero aprender mucho.
Ahora, veamos quién pudo ser el destinatario de la carta que traigo a esta entrada.
El apellido Novar tiene su origen en el valle de Baztán. Los Novar de Salmerón serían, pues, parte de aquellos hidalgos vasco-navarros que repoblaron nuestras tierras alcarreñas en sucesivas oleadas, entre los siglos XII y XVII.
El apellido Novar está constatado en nuestro pueblo al menos desde el siglo XVII, cuando, en torno a 1644, fue Alcalde Mayor de la villa don Dionisio Novar y Salcedo. En el siglo XVII defiende su hidalguía en Salmerón un tal Ángel Novar, de lo que se conserva una Real Provisión de 1764. El apellido sigue apareciendo y así doña Teresa Novar de la Llana, natural de la villa, casa en 1816 en Salmerón, con José Ribera de la Guerra, natural de Salmeroncillos, siendo el oficiante de la boda don Felipe Novar de la Llana, hermano de la novia, Secretario de Cámara y canónigo de Cuenca. Esta misma doña Teresa Novar aparece regalando una corona para Nuestra Señora del Puerto en 1817 y es que, precisamente, su hermano, el susodicho Felipe Novar, era Juez Conservador del convento de San Agustín de Salmerón, donde se hallaba la imagen de dicha Virgen.
Pero, quizás el más conocido personaje de este apellido ligado a Salmerón fue don Francisco de Paula Novar, Catedrático de Leyes y Rector de la Universidad Central de Madrid en 1832. Nieto de aquel don Ángel Novar que, procedente de Valdeolivas, se había avecindado en Salmerón en torno a 1764, y casado con la salmeronense Josefa Isabel de la Llana y Falcón, el padre de nuestro catedrático fue don Blas Novar de la Llana, hermano de doña Teresa y de don Felipe Novar, a los que nos hemos referido en el párrafo anterior.
Don Francisco de Paula, aunque había nacido en la localidad conquense de Castillo de Albaráñez (pueblo de su madre) en 1800, se había criado en Salmerón, de donde era natural toda su familia paterna y de la que era originaria también su mujer, María del Pilar Romero. Tras realizar sus estudios, un jovencísimo don Francisco había tomado posesión de su plaza en la Universidad de Alcalá, el 27 de mayo de 1828. Una vez trasladada a Madrid la antigua Universidad Complutense, donde se instala como Universidad Central, Novar consiguió ser catedrático de Ascenso desde 1846. El catedrático, que en el desarrollo de su actividad profesional vivía en Madrid, ya mayor, tenía permisos frecuentes por enfermedad y los pasaba en nuestro pueblo. La casa de su propiedad era la que en origen había pertenecido a la familia de los Manuel, luego a los Falcón y que, tras la desaparición de don Francisco, pasaría a la familia Fernández Culebras y que está situada en la esquina de la calle de la Luna con la calle Yedra.
El destinatario de la carta muy bien pudo ser un hermano suyo.