La fiesta de los Mayos, que aparece prácticamente por toda la península Ibérica, tiene unos orígenes remotos. La celebración de inicio de la primavera existía ya en antiguas civilizaciones, como la celta o la fenicia. Nosotros, los hispanos, posiblemente hayamos heredado nuestra fiesta de una que celebraban los romanos en esta época del año en honor de una divinidad llamada Maya, como rito propiciador de la fertilidad de los campos. De todas formas, el hecho de que nosotros la celebremos con música y rondas hace también pensar a los antropólogos en un componente de herencia musulmana.
Nuestros Mayos, a la Virgen y a las mozas, son parecidos a otros de Castilla La Mancha, pero con música propia y con estrofas, sobre todo las de los Mayos a la Virgen, en las que se hacen interesantes referencias a distintos lugares de nuestro término y a las imágenes que se veneran en el templo parroquial.
Salmerón volvió a cantar el día 30 de abril sus Mayos, en la iglesia de Salmerón, a las 12 de la noche. Gracias a los participantes, a la rondalla, a los organizadores y al público por no dejar perder esta tradición centenaria.