Descripciones de Salmerón a lo largo de los siglos

Descripciones de Salmerón a lo largo de los siglos

Recopilación de las descripciones literarias de nuestro pueblo desde el siglo XIV al siglo XX.

SALMERÓN EN EL SIGLO XIV

Infante Don Juan Manuel, Libro de la Cetrería (1319-1325)

El Infante Don Juan Manuel poseyó un castillo en Salmerón, lugar donde acabó de escribir la más famosa de sus obras, El conde Lucanor, según él mismo confiesa al final del libro: «Y acabolo Don Juan en Salmerón…» Pero es mucho menos conocido el hecho de que en su obra de juventud Libro de la Cetrería, entre las descripciones de muchos de los lugares por donde anduvo de caza, esté también la del arroyo de nuestro pueblo. El texto, tal y como salió de las manos del Infante, es como sigue:

«El arroyo de Salmerón nasce a la una parte sobre Castilforte é la otra desciende de la sierra de San Benito, e ayuntanse so la villa é entra en Guadiella so el monasterio de San Miguel de Alcocer; en este arroyo hai pocas ánades e malos pasos e es muy fondo pero a las veces salen ánades cabe Salmeronciello de Yuso.»

Lo que en castellano actual vendría a ser: «El arroyo de Salmerón por una parte nace sobre Castilforte y por la otra desciende de la sierra de San Benito, y se unen más abajo de la villa y desemboca en el Guadiela, una vez pasado el monasterio de San Miguel de Alcocer; en este arroyo hay pocas ánades y tiene malos pasos y es muy hondo pero a veces salen ánades junto a Salmeroncillo de Abajo.» Llama la atención la denominación de Sierra de San Benito, que en la actualidad ha caído en desuso y el carácter peligroso (malos pasos) y la hondura de un arroyo que hoy día no lo es tal.

Infante don Juan Manuel, señor de Salmerón

SALMERÓN EN EL SIGLO XVII

Baltasar Porreño, Declaración del Mapa del Obispado de Cuenca, Manuscrito de 1622, p.51

El Licenciado Baltasar Porreño (1569-1639), cura de Sacedón y Córcoles, fue un escritor que dejó abundantes datos sobre la historia del Obispado de Cuenca y, entre ellos, también de Salmerón, que en estos años pertenecía a aquella diócesis.

El licenciado Baltasar PORREÑO (Cuenca, 1569-1639)

«Salmerón. Villa abundante en azeites; aquí [hay] un Monasterio de San Agustín, y en él hay tradición está el cuerpo de Santa Isabel de Ungría, como escribo largo en un tratado, que hice de los Santuarios del Obispado de Cuenca, por Orden del Señor Don Andrés Pacheco Obispo de Cuenca; fundó el dicho convento Gil Martínez criado del Infante Don Juan Manuel; de auí fue el insigne varón en sanctidad fray Andrés de Salmerón de la Orden de San Gerónimo, de quien escribe el Padre fray Joseph de Sigüenza en la historia desta Sagrada Religión.»

Este es el más antiguo documento que hace referencia a la tradición sorprendente, y hoy olvidada, de que en el convento de Agustinos de Santa María del Puerto de Salmerón se conservaba el cuerpo incorrupto de Santa Isabel de Hungría.    

SALMERÓN EN EL SIGLO XVIII

Relaciones topográficas de Tomás López (1787)

Tomás López y Vargas Machuca (1731-1802) . Geógrafo real

Don Tomás López fue un ilustrado de la corte borbónica, grabador y geógrafo de gabinete, que a finales del XVIII envió una relación o encuesta a los párrocos de todos los pueblos de España con el fin de recopilar datos para su magna obra que, finalmente, quedó inédita. Salmerón fue uno de los pueblos cuyo párroco respondió a la encuesta, legándonos así algunos datos preciosos del estado del pueblo en estos años.

«Respuesta al Ynterrogatorio mandado evacuar por S.S.Y. el Obispo mi Señor, en orden a la Descripción que de esta mi Parroquia de Salmerón se pide por orden de sus preguntas1ª Este Pueblo de Salmerón, en la Hoya o Joya del Infantado, es Villa de Señorío, pues pertenece a los Excelentísimos señores Duques del Ynfantado, quienes ponen Jurisdicción o eligen Alcaldes y de cerca de quinientos vecinos.2ª Es única Parroquia, sin un Anejo y en su Distrito como de un quarto de legua tien un Convento de Religiosos Agustinos Calzados fundado por el año 1300 por Gil Martínez de Espejo, Mayordomo que fue del antiguo Ynfante Dn. Manuel, con motvo del milagro que Nª S. del Puerto, titular de dicho Convento obró con el dicho, y fue que viniendo a cobrar las rentas de su Amo, y pasando por una espesura donde estaba la Hermita de la Señora, le salió una horrorosa sierpe y a la invocación de la Señora, con la promesa de fundar el dicho Convento logró entrarle la lanza por su garganta quitándola la vida. Assi consta en el referido Convento.El nombre antiguo de Salmerón es tradición haver sido Sal Morón, tomado de un Moro fuerte y rico que lo poseía. La Advocación de la Parroquia es de N.S. de la Asumpción, y Patrón del Pueblo el Apóstol S.Matías.3ªDista de la Ciudad de Guadalaxara, su Metrópoli o Cabeza de Partido 10 leguas. De la de Cuenca, a la que está sugeta en lo eclesiástico onze. De Madrid 20. Tiene en su circumferencia las Villas de Valdeolivas una legua. De Castilforte otra. De Peralveche otra. De la de los Salmeroncillos otra corta. De Escamilla otra y de Villa-escusa de Palositos otra. Su jurisdicción no pasa de media legua.4ª y 5ª Está situado en una colina, que baja de la Sierra de Monteruela, Cordillera de la de Cuenca, y a su derecha baja un Río pequeño desde los montes de Peralveche llamado Valdemedina, y a su siniestra otro que viene desde los cerros de Castilforte, llamado Valdecastillo: estos tienen una legua de corriente, júntanse debajo del Pueblo y sigue otra legua y media hasta juntarse con el Guadiela. No hay Puerto alguno con nombre particular aunque todas sus cumbres son muy frías.6ªNo tiene Bosques, florestas ni montes particulares.7ªAunque no se sabe quien le fundó, ni el motivo, no se duda de su Antigüedad por las ruinas de varias Fortalezas que ha tenido como son: la que a principios de este Siglo se acabó de arruinar situada en una mediana elevación dominando la entrada principal del Pueblo por el Llano: y otra que se advierte en el cerro que llaman de Albaráñez, que domina lo restante de la Vega y parece verosímil tendría conexión con la que havía cinco leguas de esta en el Pueblo que hoy se llama el Castillo de Albaráñez, denominado aunque con alguna corrupción de voz de aquel antiguo Capitán ALvar-Fañez, que en tiempos del Rey dn. Alonso anduvo por esta Tierra.Las Armas de esta Villa como se vén en sus Casas Consistoriales son un León en ademán de coger una Flor de Lis. Por los años 1380 a 1400 florecieron algunos varones ilustres en las Yglesias de Toledo y Cuenca obteniendo las Dignidades de Arcediano y Thesorero de la Familia antigua de los Fernández de Salmerón: haciendo aquí las fundaciones de dos Capellanías y un Hospital llamado de San Nicolás.8ªLos frutos principales de su terreno son el Aceite en número algunos añosde ocho a diez mil arrobas, el vino de doce a trece mil y el Trigoaunque en menos cantidad atendiendo al consumo, por ser lo más del término Plantío algunos años asciende a diez mil fanegas. Goza también de otros frutos menores necesarios a la vida humana.9ª No hay manufacturas principales, las especies que se laborean son curtido y corambre en bastante cantidad.10ªNo hay Mercado ni Feria particular y hay Privilegio para que no puedan vender de afuera vino ni Aceite: de su cosecha se extrae mucho por sus vecinos para la Rioja y Vizcaya y retornan lino, Pescados, suela y otros géneros. Para todo tiene la Villa sus pesos y medidas que anualmente coteja con las de los vecinos. No hay compañía ni casas de cambio.11ª No tiene Estudios ni generales ni particulares, solo las primeras letras con contra Dotación de Villa y el Párroco contribuie con algunos productos de obras-Pías, y lo mismo hase dotado, cuando lo hay, al Preceptor de Grammatica: todo con aprobación del Ordinario.12ªSu Gobierno es de Alcaldes Ordinarios, territoriales de la Chancillería de Granada, y el Económico de Regidores Procurador Síndico, Diputados del Común y Personero con su Alguacil maior.13ªLas enfermedades que regularmente se padecen son Calenturas malignas, o Tabardillos, algunas Tercianas, pocas hecticas, bastantes rehumas, tal qual hidropesía y perlesía, algunos cólicos con algunos carbuncos. Y también bastantes quebraduras. Las Medicinas las aplican los Facultativos respective. El número de muertos y nacidos que regularmente suelen llevarse poco, es de setenta pocos más o menos.12ªGoza de muchos manantieles y sus aguas son buenas, aunque no minerales ni medicinales. No tiene salinas ni de tierra ni de agua, ni tampoco piedras particulares, sólo una gran beta de yeso. Goza de muchas Arboledas, y muchos frutales, algunos muy delicados, como también de algunas yerbas medicinales aunque comunes y usuales.Ultimamente este Pueblo goza de un clima saludable, no siendo excesibo el calor ni el frío en sus críticas estaciones, (salvo) en el mes de Mayo que algunas veces suele ser cruel y causa de que la fruta se pierda, porque aunque inmediato a sierras frías se halla cercado de cumbres y al pie de ellas con las que está resguardado.Salmerón, febrero, 22 de 1787Dn. Carlos Moreno y Colmenar»

SALMERÓN EN EL SIGLO XIX

S. Miñano, Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal (1826-1829)

«SALMERÓN, V.S. de España, prov. y partido de Guadalajara, obisp. de Cuenca. A.O. 365 vecinos, 1640 habitantes, una parroquia, 1 convento de frailes, 300 casas de morada, regulares, ninguna de gran capacidad; un pósito; regular cosecha de granos y aceite; escasez de los demás comestibles y de leña; hay algún viñedo, colmenas, alazor y legumbres. Situada sobre un collado que circunda por E. y O. los dos riachuelos que se reúnen hacia el S. y a 500 pasos del pueblo; todo su término es quebrado, de corta extensión, pero bien cultivado. Industria: 5 molinos harineros, y otros 5 de aceite y trajinería. Dista 13 leg. de la capital, y 5 horas de camino militar de Priego, en la calzada que va de Cuenca a Zaragoza, por el Villar de Domingo García. En el tránsito se pasa el río Guadiela, por un vado peligroso en tiempo de lluvias, aun para las caballerías, con unos tablones para pasar la gente de a pie. En este sitio está el puente de ruidera, inutilizado desde la última guerra; después el río de Salmerón, por puente de mampostería, y se encuentran los pueblos de Albendea y Valdeolivas; a distancia de 1 leg. S. están los Salmeroncillos de Abajo y de Arriba, y 1/2 leg. más allá Millana, cuyos pueblos producen trigo, aceite y vino; algún ganado y buenas vegas de regadío con bastantes frutales y legumbres. Contribuye 20397 rs.»

Diccionario geográfico universal, por una sociedad de literatos, S.B.M.F.C.L.D. (1833)

SALMERÓN , V. sec. de Esp., prov., part, y á 13 leg. de Guadalajara , obisp. de Cuenca. А. О. Роbl. 1640 habitantes; tiene un convento de frrailes, 3oo casas de morada regulares y ninguna de gran capacidad. Situada sobre un collado que circunda por E. y O. 2 riachuelos que se reúnen hacia el S., y á 5oo pasos del pueblo, todo el terreno es quebrado , de corta estension, pero bien cultivado , y produce regular cosecha de granos y aceite, algún viñedo, alazor , legumbres , escasea de los demás comestibles y de leña, y cria colmenas; hay 5 molinos harineros y otros 5 de aceite , y traginería.

Francisco de Paula Mellado, España geográfica, histórica, estadística y pintoresca, 1845, p. 429

«SALMERÓN: Villa situada a trece leguas de Guadalajara en una colina y bañada por dos riachuelos. Es de antigua fundación. Pertenece a la diócesis de Cuenca y al partido judicial de Sacedón de que dista tres leguas y media. Consta de 347 vecinos y 1410 habitantes. Tiene una parroquia, un pósito, un estanco y hubo un convento de frailes. En la quinta de 1844 entraron en suerte 77 jóvenes de 18 a 24 años. Pagó por toda contribución 40079 reales y cosecha al año común 7000 fanegas de garnos y legumbres, y 1500 arrobas de aceite, que con algún vino y frutos menores importan 372400 reales. Hay molinos harineros y de aceite, telares para lienzos y alguna arriería

Grabado de la obra de Francisco de Paula Mellado

Pascual Madoz, Diccionario Geográfico de España, obra que culminó en 1850.

«SALMERÓN. Villa con ayuntamiento en la provincia de Guadalajara (10 leguas), partido judicial de Sacedón (4), audiencia territorial de Madrid (20), capitanía general de Castilla la Nueva, diócesis de Cuenca (10). Situado en un cerrito, dominado de otros más elevados que la resguardan de los vientos del norte; goza de CLIMA sano, y las enfermedades más comunes son reumas y fiebres gástricas. Tiene 350 CASAS; la consistorial; pósito; escuela de instrucción primaria frecuentada por 60 alumnos, dotada con 3000 rs; otra particular de niñas a la que asisten 20; una iglesia parroquial servida por un cura de entrada y de provisión real u ordinaria, según los meses en que ocurra la vacante. TÉRM.: confina con los de Villaescusa, Valdeolovas, Salmeroncillo y Castilforte; dentro de él se encuentran muchas fuentes de exquisitas aguas: el TERRENO participa de quebrado y llano, de regadío muy feraz y de superior calidad, y de secano más inferior; comprende una dehesa de pastos, poblada de encinas y algunas otras matas bajas; proporcionan el beneficio del riego, dos arroyos que brotan en el término y circundando la población por Norte y Sur se reúnen a corta distancia. CAMINOS: los que dirigen a los pueblos limítrofes, todos de herradura en malísimo estado: CORREO se recibe y despacha en Valdeolivaas por un balijero. PROD.: trigo, cebada, aceite, judías, patatas, alazor, frutas, leñas de combustible y yerbas de pasto, con las que mantiene ganado lanar, vacuno, mular y asnal, abunda la caza de perdices y conejos, corzos y algunas otras reses. IND.: la agrícola, cinco molinos harineros y dos aceiteros. COMERCIO: esportación de aceite, alazor, frutas y lana, e importación de los art. que faltan: algunos vecinos se dedican al tráfico de ganados. POBL.: 347 vec., 1158 alm. CAP. PROD.: 6008,500 rs. IMP.: 540,700. CONTR.:43,232. El P. Traggia creyó ser esta villa la antigua Varada de que hace mención Ptolomeo entre las c. Carpetanas, pero hasta la corografía se opone a esta reducción y es mucho más probable sit. En Jadraque. En 1470 el rey D. Enrique IV hizo merced a esta villa con las de Alcocer y Valdeolivas al marqués de Santillana.  

Basilio Sebastián Castellanos de Losada

 

Basilio Sebastián Castellanos de Losada, Recuerdos de Salmerón, Madrid, 1850.

Basilio Sebastián Castellanos de Losada fue un polígrafo, arqueólogo y anticuario, que llegaría a ser director del Museo Arqueológico Nacional. En 1850, convaleciente de una enfermedad que le había llevado al balneario de Trillo, pasó una temporada en Salmerón, en casa de su amigo Juan de Albisúa, y quedó prendado del lugar, al que dedicaría un poema y varias páginas de su Manual del Bañista. “ROMERÍA (Dedicada a mis buenos amigos don Juan Albisúa y su esposa doña Fernanda Jabalera y Hualde)

Portada de la obra de Basilio Sebastián Castellanos de Losada sobre Salmerón
  I. SALMERON Y SUS VEGAS 

Entre cantueso y tomillos,
Espliego, gedrea y salvia,
Robregales, chopos, bojes,
Y verdegosas carrascas;
Cercado de estensos montes
En que los pinos se lanzan
A dar un beso a los cielos
Que se burlan de su audacia;
Rodeado de colinas,
estenso valle se halla
Hacia el que mil arroyuelos
En la alegre trisca bajan.
En medio de su carrera
Y al final de las cascadas
Que en agradable murmullo
Fueron formando las aguas,
Cual lobo que a un corderillo
Para devorarle aguarda,
Y en cuanto a tiro le coge
Ansioso le echa la zarpa,
Los ríos Val de Medina
Y Val Castillo que andan
Esperando la ocasión,
De un sorbo se los tragan.
Ricos ya con tal raudal
Ambos ríos, se consagran
A repartir sus riquezas
Por los terrenos que bañan.
Y separando los juncos
Que estorbar quieren su marcha,
Dando la vida a los álamos
Y rico fruto a las zarzas,
Van repartiendo sus dones
A los árboles y plantas
Que no tardan en vestirse
Con ricas flores y galas.
Al peral, guindo y cerezo
De topacio y rubí esmaltan;
A la vid cargan de perlas
Y de oro rico engalanan
Al trigo; y al cirolero
De tan bellas esmeraldas
Que hacen rico su caudal
Si el sol llega a sazonarlas.
El centeno, granadero
En las cereales campañas,
Y la avena que pretende
competir con la cebada;
De esmeraldas en topacios
Trocan sus débiles cañas,
Y en vez de perder valores
Los aumenta en la mudanza.
Lánzanse alegres los ríos
Sobre las humildes plantas
Que oculta la ingrata tierra,
Y al impulso de sus aguas,
Ayudadas del poder
Del divo Febo, las saca
De la negra oscuridad
A vivir en la alborada.
Nutriéndolas con amor,
De ricos frutos las carga,
Y de embellecidas flores
Orgullosas se levantan.
Val del Castillo y Medina,
Gozosos de obra tan magna,
En agradable murmullo
Ruedan sus gentiles aguas:
Y los tiernos gilguerillos
Gozosos de sus tonadas,
Van a aumentar el concierto
Saltando de rama en rama.
Así Febo les sorprende
Cuando las puertas doradas
Abre del oriente hermoso
Para dar salida al alba.
Y así les deja también
Luego que al ocaso baja
Para dar a las tinieblas
Lugar, cuando el día pasa.
Y así que Diana asoma
Con sus mil cabrillas varias,
y los cielos se entapizan
Con sus centelleantes brasas,
El ruiseñor se despide
En una alegre tonada
De las aguas, y ya solas
A dejar el valle marchan.
Rica dejaron la vega
Del Val Medina las aguas,
Mas el hombre, cual halcón,
Sobre los frutos se lanza
Tan pronto como en sazón
Para su gusto las halla
Y con ansia las despoja
De sus preseas y galas.
Naturaleza se ríe
Al ver del hombre la audacia,
y para más divertirse,
viendo su insaciable ansia
Viste de nuevo la tierra
Con riquezas variadas,
Riquezas que nunca el hombre
Podrá llegar a agotarlas:
El valle que hemos descrito
Es de Salmerón alhaja,
Pues su vega es el vergel
Más florido de la Alcarria.
Y entre copudos nogales
Su frondosidad es tanta,
Que no hay tierra más feraz
En toda aquella comarca.
Forman el valle los cerros
Valmedina y la Quebrada
por el norte, y de esta fuente
condujo el pueblo a su plaza.
El pinar de Castilforte
Y fuente la Sierra, abrazan,
Con el monte de san Quiles,
Al oriente la comarca.
Al mediodía le coge
El cerrillo de Albarana,
En el que diz que en lo antiguo
Hubo un fuerte de gran fama.
Y el cerro blanco a occidente
Con Fuente del Mazo alcanza,
En unión de San Matías,
A cerrar la vega llana.
Para hermosear el valle
Y dar a Salmerón galas,
El caballero Albisúa
Fabrica una linda casa,
Que ha de ser de sus amigos
Palacio mas que posada,
Y en ella ha de sentar bien
aquel...Parba propria magna.
Recuerdo es este que alegra
Pues que, en futuro, la fama
Publica, que este tugurio
Ha de honrar toda la Alcarria:
Porque vendrá a ser de Venus,
De Cupido y de las gracias
Mansión, en que los amores
Germinen en flores varias.
  II. EL SANTO CRISTO DEL SEPULCRO.

Cristo en el Santo Sepulcro
Se adora en una capilla
Del templo de Salmerón:
Pues que una noble familia
Quiso ponerse al abrigo
De efigie tan peregrina,
Para librarse de males,
en la muerte y en la vida.
Mas como el tiempo concluye
cuanto al hombre se avecina,
Con su destructora mano
Iba a convertirla en ruinas.
La saña templó del tiempo
Con devoción y fe viva
Un caballero vizcaíno
Que en la misma villa finca;
Y encomendándose a Dios,
Origen de toda dicha,
Sin perdonar gasto alguno
Reedificó la capilla.
Propiedad suya la hizo,
Y pasará a su familia
Como rico patrimonio
Que al cielo les avecina.
Y para honrar cual se debe
A aquella imagen divina,
Sin reparar en el coste,
De Madrid trae a los artistas.
Unos doran el retablo,
Otros la techumbre pintan,
y el oro y la plata alternan
para adornar la capilla.
Ángeles bellos trabajan
El sudario y sabanillas;
Pues ángeles puros son
De dicho señor las hijas.
Y como sus divos nombres
sean Concepción y Elvira,
y los de sus hermanitos
Luis, Enrique y Felisa;
Imágenes de estos santos
En los muros patrocinan
Su inocencia y su candor,
Su hermosura y su hidalguía.
De San Fernando y San Juan
Las imágenes publican
Los nombres de los esposos
Patronos de la capilla;
Y entre ellos santa Teresa,
Cual escritora divina,
La historia de las virtudes
Escribe de esta familia.
Sobre el altar, San Eusebio,
Prosternado de rodillas,
Pide a Dios paz y ventura
Por quien hizo obra tan pía.
De Albisúas y Jabaleras
La antigua nobleza avisan
Dos escudos con blasones
De su elevada hidalguía.
Mas quiso el restaurador
Que esta estuviese sumisa
A los pies del Redentor
Señor de su honor y vida.
Si es que hay cielos en la tierra,
Es un cielo la capilla
En el que el Cristo es el sol
Y la Virgen luna viva.
Que dando luz a los astros
Santos que se la avecinan,
Al pueblo de Salmerón
Con sus rayos patrocina.
Bien haya quien su caudal
Gastó para obra tan pía,
Pues que ha de premiarle Dios
Que al justo jamás olvida.
Y bien haya Salmerón
Si bendice a la familia
Del que a su Dios supo honrar
En tan lujosa capilla.
 III: LOS SANTOS PATRONES. ROMERÍA

La villa de Salmerón
Por su patrono venera
Al apóstol san Matías
Que es protector de su vega.
Y en lo alto de la cumbre
De un cerro que el nombre lleva
Del santo, labró una ermita
La antigua gente alcarreña.
Mas como la devoción
Haya ido siempre en merma,
Llegó a arruinarse la ermita
Y el santo vino a la Iglesia.
Allí está como olvidado
Pues ya solo le recuerdan
Su día entre los devotos,
Y de su ermita la cerca.
Y no hay que estrañar el caso
Pues costumbre de la época
Parece, dejar los santos
A la luna de Valencia.
Así se ven de la ermita
de san Juan sólo las puertas
La Virgen del Pueto a oscuras,
Y san Sebastián por tierra.
Santa Quiteria no existe
En su iglesia y sí en la iglesia
y Dios Padre se marchó
abandonando la Vega.
Pues que dando a Val Castillo
Torrentes de agua, le deja
Que la capilla cual barca
Bogue, y después desaparezca.
Ni aun san Quiles que en lo alto
Presidió toda la Vega
en templo que Valdeolivas
Fabricó por reverencia,
De Salmerón a la vista
Está ya cual centinela,
Porque arruinada su ermita
Solo su memoria queda.
De suerte, que si en lo antiguo
La fe puso centinelas
Divinas, para guardar
Del enemigo la Vega,
Hoy Salmerón ha quedado
Abierto por cuatro brechas
Para dar entrada al mal
Véngales de donde quiera.
Y o la fe se halla de baja
En la conciencia Alcarreña,
O es tal la virtud del pueblo
Que ya es del cielo presea.
De temer es lo primero
Que el diablo anda en cantinela,
y está muy lejos el cielo
Para que así no suceda.
Sin embargo, Salmerón,
No tiene libres sus puertas
A la impiedad, pues que a Dios
Como a primer patrón cuenta.
Y al Cristo de Buena Muerte
En un santo altar venera
Con devota compunción,
Grande amor y reverencia.
Y si en vez de dedicarse
Solo, a adorarle en su fiesta,
atiende más a los toros
Que a visitarle en la iglesia,
No es falta de devoción
Lo que a los cuernos les lleva,
Sino el seguir la costumbre
De romería alcarreña.
A la gloriosa María
En nombres varios venera
siendo las que más distinguen
La Concepción y Candelas.
Y entre la Virgen del Carmen
Y el Cristo del Amor llevan
La devoción repartida
Los ancianos y mozuelas.
A la Virgen del Rosario
El pueblo también celebra,
cuando el balcón de la plaza
la hermosa imagen ostenta.
Y el día de a Asunción
Nombre de la Virgen bella
Que con esta advocación
Es patrona de su iglesia,
Acude al templo gozoso
A adorar a esta princesa,
pidiendo gracia en el cielo
y en el suelo gran cosecha.
En ambos días el pueblo
Termina las santas fiestas,
Con bailetes y cantares
Al son de las castañuelas.
Y mientras los salmerones
Empinan en las tabernas
Sendos jarros de lo tinto
Que la vid cría en sus vegas,
Las mocitas salmeronas,
Sentadas como unas gluecas,
juegan a la perejila
que es juego que las deleita.
Y no es decir que almohadones
Pongan por asentaderas,
Ni que busquen un salón
Para estar con conveniencia,
Que sus mullidos sillones
Son los cantos y las piedras;
Sus salas la plaza y calles,
y su dosel las estrellas.
En tales días parece
Salmerón, mercao de ovejas,
Y cada corro el redil
O corral de las mozuelas.
Y cuando los salmerones
Seca dejan la taberna
Y las mozas salmeronas
De su peregila cesan,
Mozos y mozas alegres
Se reúnen con grna gresca
Y al son de los guitarrillos
Cantan, bailan y vocean.
Entre alegres seguidillas
Y rondallas de la tierra,
Quiere el poeta que canten
Esta jota aragonesa.
CORO
Con gato y sin gato la linda alcarreña
De los corazones sabe hacerse reina.
La luna de Salmerón
Es la Virgen del Rosario,
Y el Cristo de Buena Muerte
Es su sol más puro y claro.
Con gato..etc.
Santo Cristo del Sepulcro
Danos pan, paz y salud,
Para que menos pesada
Se nos haga nuestra cruz.
Con gato..etc.
Si en la Andalucía hay sal
Y en Aragón rumbo y gracia,
En Salmerón hay almivar
De rica miel de la Alcarria.

Salmerón 20 de mayo 1850  

Basilio Sebastián Castellanos de Losada, Trillo. Manual del Bañista, Madrid, 1851, pp.153-157. Camino por Salmerón.

“Se dice en la Alcarria que sólo hay seis leguas desde Trillo a La Isabela haciendo el viaje por Salmerón, camino que hace un ángulo obtuso cuyo vértice es Salmerón, pero nosotros podemos decir por experiencia que, aun en los días largos del verano, se necesita un día entero en camino tan áspero como pintoresco. Se sale de Trillo, andando, hasta el olivar de Viana, el camino mismo que hemos descrito en el capítulo XI para ir a Viana o a sus Tetas, tomando después de los dos de vereda que se ven en aquel punto el de la izquierda, pues que el otro es el que baja a aquel pueblo. Caminando después bajando y subiendo por entre matorrales, y al borde de despeñaderos, si bien en camino regular de caballerías, se llega al prado y riachuelo de Viana que se vadea fácilmente por la poco agua que lleva en el verano, a no haber ocurrido fuertes lluvias, en cuyo caso suele ponerse bastante crecido. Dejando después de pasado el río a la izquierda el camino que va a Peralbeche (sic) y el que dirige al monte y posesión de Solana, que es un monte de mucha caza mayor y bastante espeso y extenso, y cuyas casas se ven en un alto cerro a la izquierda de esta dirección , se empieza a subir la áspera cuesta del monte llamado de Quiebra-cántaros. Luego que se gana la cima, se entra en un monte bajo muy llano y de más de una legua de extensión, a cuyo fin se halla un descenso a un prado que es la dehesa de Villaescusa , subiéndose desde él al monte en que entra el término de Salmerón, después se pasa al pedregoso cerro denominado de San Matías, patrón del pueblo, en cuya cima y a la vista de la población, hay una ermita en ruinas que estuvo dedicada al santo, y cerca de ella una fuentecilla de fresca y rica agua que apaga la sed del viajero. Desde la ermita se ve la alegre veguilla de Salmerón y sus casas; pero empieza una bajada tan pendiente y áspera sobre piedra viva y cantillos desprendidos, que habrá pocos pasos en la misma Alcarria más peligrosos y largos, pues que el descenso cuesta una hora de camino lo menos.Salmerón es una villa del partido de Sacedón perteneciente a la provincia de Guadalajara, pero del obispado de Cuenca, situado en la falda del monte de Santo Matías y con valle o vega amenísima y poblada de frutales y de huertos regados por los riachuelos Valmedina y Valcastillo que se juntan en el valle. Fuera de la iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, que es espaciosa, de buena fábrica y con altares muy regulares, y en que tiene una liadísima capilla reedificada y adornada con lujo nuestro apreciable amigo D.Juan de Albisúa (1) dedicada al Santo Cristo del Sepulcro, y de las casas de D. Francisco Tobar, catedrático de leyes de la Universidad de Madrid , y de las de D. José González Sanz, el caserío es de pobre aspecto en lo general en lo exterior, pero bastante cómodo en lo interior. Este pueblo pertenece al ducado del Infantado, hoy de Osuna, cuyo señor poseyó un fuerte castillo en la población sobre cuyas ruinas se halla el cementerio en la cima de un cerrillo. Al mediodía de la población campea la liadísima casa que acaba de construir para pasar en ella los veranos, nuestro expresado amigo D.Juan de Albisúa agente de la bolsa de Madrid, la cual se ha edificado por los planos y bajo la dirección de nuestro ilustrado y querido primo el arquitecto D.Francisco Castellanos que la ha dado una forma elegante y provisto de una espaciosa azotea desde la que se disfrutan unas preciosas vistas, y en la que se hallan cuantas comodidades locales pueden apetecerse. La agricultura es la principal ocupación de este pueblo en el que tiene un magnífico taller de herrería D.Francisco Ramón del que salen muchas y buenas obras hasta para Madrid.Se sale de Salmerón bajando a la vega y siguiendo la margen derecha del riachuelo de su nombre, formado a la misma bajada del pueblo por los arroyos denominados Valmedina y Valcastillo, que casi cercan el pueblo y riegan sus huertos, se toma el camino del convento por entre muchos fuertecillos llenos de árboles frutales y de sabrosas hortalizas. Al fin de la frondosa vega al Mediodía se halla el molino de los Frailes, el convento de Agustinos y la ermita de la Virgen del Puerto. La vega por el lado del convento es muy frondosa, poblada de altos chopos y copudos álamos, conociéndose lo fue mucho más antes que el actual poseedor del monasterio arrancase los árboles para sus usos particulares. En la parte opuesta del convento pasando el río, se ve al comedio de un cerro de piedra calcárea una gran cueva abierta a pico en la que cabrán cómodamente de cincuenta a sesenta personas para dormir, y es tradición que sirvió en tiempo de los moros para refugio de los cristianos que les acometían o huían de su persecución. En el cerro de Poniente, a cuya falda se halla el convento existe otra gran cueva como de la mitad de buque de la anterior y dentro de la cual se halla una fuente natural de buena agua y bastante abundante aún en verano, a la que se llama la fuente de la Sierpe de los frailes, nombre que la dan porque aseguran los naturales haberse haberse anidado allí una desmesurada serpiente que se logró matar con el auxilio de Ntra.Sra. del Puerto. El viajero cristiano al pasar por la ermita de esta santa imagen no podrá menos de desconsolarse al ver la irreverencia en que se halla en una sucia ermita abierta y ruinosa, sobre un altar de fábrica sin adorno alguno, sitio que sirve para albergue de todo el mundo que por allí pasa y hasta para escandalosas escenas, y se admirará de que teniéndose en aquel país bastante fe en este sagrado simulacro, se tenga en tan punible abandono, o que ya que no se quiera poner con decencia su ermita, no se la lleve a la parroquia del pueblo. El convento fue desocupado por los monjes en 1835 cuando la supresión de las comunidades, y las santas imágenes que se veneraban en su iglesia, fueron llevadas en procesión a la iglesia del pueblo donde se hallan».

(1)La capilla ha sido pintada el año pasado por nuestro amigo el joven D.Román Sanz, natural de Sacedón. (Se refiere al año 1849, las pinturas actualmente han desaparecido)

Mariano Pérez y Cuenca, España Mariana o sea Reseña histórica y estadística por provincias, partidos y poblaciones de las imágenes de la Santísima Virgen, de los santuarios, capillas y templos que la están dedicados, y del culto que se la tributa en esta religiosa nación. Provincia de Guadalajara. Partidos de Pastrana y Sacedón. Lérida 1868, p.160.

“Salmerón.- Villa del Obispado de Cuenca y de más de mil almas, situada en un cerro dominado de otros más elevados. Ntra Sra. De la ASUNCIÓN, es el título de su Iglesia y se venera en el principal retablo.Tienen también su altar propio las Imágenes de La Purísima, Candelaria, Carmen, Rosario y Soledad. Esta además tiene hermandad de señoras que costean su función y cultos en el Viernes Santo, y la tienen luz todo el año.”

En la actualidad aún existe la Hermandad de la Virgen de la Soledad que agrupa a numerosas señoras de la localidad que desfilan con sus escapularios acompañando a la Virgen las noches de Jueves y Viernes Santo.

Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, Barcelona, Montaner y Simón, 1896

«Salmerón.-Geog. v. con ayunt. p.j. de Sacedón, prov. de Guadalajara, dióc. de Cuenca; 1063 habits. SIt. cerca de Villaescusa y Castilforte. Terreno quebrado en parte; cereales, aceite, legumbres y frutas; cría de ganados. Enrique IV en 1470 donó esta v. con las de Alcocer y Valdeolivas al Marqués de Santillana.»

SALMERÓN EN EL SIGLO XX.

Vista de la entrada al pueblo en los años 60, donde se puede observar el molino del aceite, la última de las almazaras que sobrevivió en Salmerón. Detrás, las eras con los montones de grano. Al fondo, las Albarizas.

Germán Bleiberg, Diccionario geográfico de España, Madrid, 1958.

«Salmerón.- Municipio y villa de Guadalajara, Partido Judicial de Sacedón, a 90 Km. De la capital y 32 de la cabeza de partido, donde se halla la estación de ferrocarril más próxima. 825 metros de altura. Extensión: 36,51 Km2, 40º32´40´´ N. Y 1º 11´35´´ O.- H. 538.Situado sobre la comarca de La Alcarria, el término presenta en su parte central un valle, originado por la unión de otros dos, uno de ellos con orientación N.-S. Y el otro E.-O. Estos valles se abren en un terreno de cerros de cumbre llana, que dan sobre los valles fuertes escarpes. Entre estos cerros destacan los de Picozo (1.125 m/a), Llano de la Sierra, cerro de la Cruz, los Llanos, Cabeza Ladrón, el Val, Majada, Albaráñez y Corral Hondo (1.106 m.). Baña el término el arroyo de Valdemolina (sic ¿error por Valdemedina?), en el que vierten los de Vallincoso y de Valdecastillo, este último engrosado por las aguas del arroyo de la Dehesa. Al sur corre el arroyo de Valdemoñón, temp. Existen 134 hectáreas de terrenos poblados de encinas y matas. Zorros y caza menor.

La propiedad de las tierras cultivadas está repartida, y hay colonos y aparceros. Los productos principales son aceite, trigo y frutas. Ganadería: 75 cabezas de ganado vacuno, 59 de caballar, 146 de mular, 92 de asnal, 1248 de lanar, 305 de cabrío, 115 de cerda y 1268 gallinas. La industria cuenta con dos molinos de aceite, uno de harina, tres carpinterías, dos herrerías y un horno de pan cocer. El comercio tiene alcance local. Carretra a Sacedón, Cuenca y Huete; servicio de coches de línea con la capital. Cartería y central telefónica.La población es de 939 habitantes de hecho, según el censo de 1950; en 1900 era de 977, y en 1956, de 924. Consta el pueblo de 275 edificaciones destinadas a vivienda y 70 a otros usos, en compacto, y 14 a diversos usos y tres cuevas, en diseminado. Se celebran fiestas del 14 al 16 de septiembre. Hay una posada. Tres escuelas. Médico y veterinario. Un párroco». J. M. Ferrer González – J. Martínez Pérez, Descubriendo la Alcarria,Navarra, 1983 «En nuestra aproximación hacia el Tajo, una vez que se dejan atrás los pueblos de Sacedón, Alcocer y Millana, pasamos por dos pintorescos pueblos. Salmerón tiene una bellísima Plaza Mayor horadada por soportales y con viejos caserones, entre ellos el correspondiente al Ayuntamiento, de grandes arcadas y campanil. Otros lugares interesantes son la plazuela de la Fuentecilla, la Fuente Grande, las callejas estrechas con buenas balconadas y, en los alrededores, el pinar de la Fuente del Moro y las ruinas de un antiguo convento agustino (puertas, ventanales, ábside de traza gótica).»

Deja una respuesta