Datos sobre el origen del escudo de armas tradicional de la villa y del nuevo escudo creado en 1993.
La más antigua noticia que se tiene sobre las armas que constituyen el emblema de la villa se encuentran en un manuscrito del siglo XVII, donde el entonces párroco de la localidad, don Carlos Moreno Colmenar, responde de la siguiente manera a la encuesta conocida como «Relaciones de Tomás López»:
«Las Armas de esta Villa como se vén en sus Casas Consistoriales son un León en ademán de coger una Flor de Lis.»
Se refería el eclesiástico, sin duda, al escudo que aún campea en la fachada de sillares del Ayuntamiento, bajo el soportal. Allí, en efecto, se ve la imagen de un león rampante, coronado y con una flor de lis entre las manos. Este escudo se corresponde al de la casa de Silva, a la sazón Condes de Cifuentes, localidad que también ostenta el emblema de la familia en la fachada de su consistorio. Sin, embargo, Salmerón perteneció ininterrumpidamente, desde el siglo XV hasta la abolición de los señoríos, a la casa del Infantado, como el resto de las Villas de la Hoya del mismo nombre. La explicación de la presencia del escudo de los Silva en la fachada del Ayuntamiento, construido, según reza en su inscripción, en 1684, puede ser la siguiente: precisamente en estas fechas se unen los duques del Infantado con la familia de los Silva, cuyo apellido comienzan a llevar, a partir de la persona del décimo duque del Infantado, don Juan de Dios de Silva y Mendoza y Haro, que vivió entre 1672 y 1737. Es posible que la familia, aún durante la infancia del que sería el décimo duque, quisiera homenajear el nuevo apellido de la estirpe dejando como seña su escudo en el recién construido Ayuntamiento de una de sus Villas
El emblema no se limitó a su presencia en piedra en la casa consistorial, sino que es muy notable que aún en documentos del 1848 se emplee en el sello del Ayuntamiento, presente en los documentos oficiales.
Sin embargo, con el tiempo se ha perdido la conciencia de este escudo como emblema de Salmerón y en 1993 se ha creado uno nuevo que tiene como referencia dos de las historias legendarias más representativas de la localidad: la existencia del castillo de Alvar Fáñez de Minaya en lo alto de un cerro del término de Salmerón y el milagro de la Virgen del Puerto que permitió a Gil Martínez, fundador del convento de Agustinos, salvarse de la sierpe que lo amenazaba. Así, en la parte superior del actual escudo, en campo de gules aparece un castillo con dos torres y en la parte inferior, sobre campo de sínople un dragón alado que representa a la antigua sierpe, todo ello bajo la corona ducal.