Durante muchos años, uno de los medios de subsistencia que tenían varias familias de Salmerón era el oficio de yeseros, mediante la explotación de las canteras de yeso del término, llamadas las Albarizas. El nombre del paraje tiene que ver con la palabra latina «albus», es decir, «blanco», que hace referencia al color de la piedra. En estas canteras, que son tres, conocidas como «la del Toledano»; «la de enmedio» y «la grande», los yeseros barrenaban y dinamitaban la piedra que luego cocían y molían en unas pequeñas eras al pie de la roca. Aún se conservan al menos cuatro hornos de cocer el yeso junto a la cantera. AL menos 5 o 6 familias se dedicaban a este oficio en Salmerón. A ello se debe el nombre del «callejón de Yeseros» en el Perchel, aunque el cartel, desgraciadamente, ha desaparecido. Muchas gracias a Emilio Balcones y su familia por haberme informado y haberme llevado a conocer el lugar.
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